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Nuestra Mascota

 


La Aventura de Zerit0

Érase una vez, en un rincón del universo, vivía nuestro querido amigo Zerito. Con su pelaje gris y suave, un hocico lleno de curvas y lunares faciales, Zerito era un ser muy especial. ¡Ah, y no olvidemos sus ocho estómagos y su insaciable gusto por los chanchitos de tierra del planeta Orión! ¿Y sabías que Zerito solo bebe hielo de cometas? ¡Qué dato curioso!

Zerito fue a la escuela durante 122 años, donde se convirtió en el orgulloso asistente del equipo Zerifurris. Siempre admiró a los humanos y soñaba con visitar el planeta Tierra, un lugar misterioso y prohibido para los zerivecinos. Aunque le decían que los humanos dañaban a los animales, él nunca creyó tales historias. Zerito deseaba explorar el planeta azul, especialmente durante el espectacular festival de luces que ocurre cada 31 de diciembre.

En la universidad, Zerito estudió Odontología. "No fue tan difícil", decía, ya que los zeritocianos tienen muy pocos dientes. Su frase característica era: "Zerilbertin".

Un día, el planeta de Zerito, HIT ZER0, entró en catástrofe. Todos los zeritocianos enchufaron sus secadores de pelo al mismo tiempo y ¡BOOM! El planeta estaba a punto de estallar. Con solo una foto de sus padres, Zerito se subió a su nave espacial y escapó justo a tiempo.

Con el corazón destrozado, Zerito vagó por el espacio durante 300 millones de zeriaños. En algunas galaxias era un anciano, en otras un bebé. De planeta en planeta, y de agujero negro en agujero negro, buscaba la energía que su corazón necesitaba para vivir. Su nave le proporcionaba zerioxígeno y combustible infinito, pero algo faltaba...

Un cálido día de abril, en la ciudad de Santiago, Zerito sentía su corazón muy débil. De repente, un meteorito de la galaxia Pegaso golpeó la cola de su nave, estrellándola en el techo de las oficinas de la perrera municipal.

Nadie entendía que Zerito era un ser especial. Una mañana, mientras lo bañaban pensando que tenía pulgas, una misteriosa peluquera canina se dio cuenta de que Zerito tenía más dientes de lo normal y caminaba en dos patas. ¡Qué animal tan curioso!

La peluquera, sin dudarlo, llevó a Zerito a su casa. Él no necesitaba un baño, ni tenía pulgas; necesitaba una familia, y ella estaba dispuesta a dársela. Solo esperaba que no se comiera al gato. ¿Zerito come gatos? ¡Claro que no! Pero uno nunca sabe...

Hoy, Zerito es parte de un grupo selecto de cheerleaders en Zer0. Es muy amigable y le encanta bailar. Creemos que tendrá vida eterna, ya que el cheerleading le proporciona la alegría suficiente para que su corazón de unicornio perdure en la eternidad.

Zerito nos enseña cada día que ser diferente no es un problema, sino una cualidad. Nos muestra que, aunque la vida a veces es cuesta arriba, también puede ser cuesta abajo, ¡y hay que aprovechar el vuelo!

¡No te rindas jamás! Zerito siempre estará ahí para apoyarte, creciendo contigo a través de los eternos e infinitos años de la eternidad.

Fin